Cartas Marruecas

...

Desde que numerosos españoles se enriquecieron con los metales preciosos y demás materias del “nuevo mundo” en España se extendieron unas costumbres muy delicadas. La sociedad comenzó a preocuparse más por la fachada que por la inteligencia o la sabiduría, todos iban pregonando su riqueza vistiendo con buenas telas, acudiendo a óperas y a grandes restaurantes. Pero estos acomodados en su riqueza no hacían nada por la economía, y sus hijos en vez de ir a la escuela y aprender, solo atendían a los placeres de la vida ya que tenían mucho dinero; esto causaría un efecto futuro, cuando estas riquezas terminaran no tendrían nada; seis siglos mas tarde estas costumbres continúan en muchas ocasiones, vivimos en un país en que los ricos cada vez son mas ricos y que la clase trabajadora cada día está mas explotada, y con los cambios que están sucediendo por la crisis económica que nos afecta no desde hace ocho año si no desde hace veinte, muchos de esos ricos han sumido más en la ruina al país ya que han pedido préstamos de ingentes cantidades de dinero y los han perdido y no tienen que devolverlo, mientras que a una persona de clase-media baja que no puede pagar su hipoteca le embargan el piso.

También se explica en las cartas el comportamiento de los jóvenes con sus padres, sobre todo los que se encuentran en la clase alta. Estos hijos acomodados en su riqueza no quieren hacer nada, solo disfrutar de su dinero pero a la hora de ayudar a su padre cuando este tiene algún problema no le ayudan esto es muy criticado por Ben-Beley, ya que en su país ningún hijo se aprovecha de su padre, todo lo contrario es como un siervo más y debe obedecerle en todo lo que le pide. También critica el carácter de las jóvenes que solo piensan en acicalarse, en salir a pasear, en comprar ropa, en ir a bailes, Ben-Beley se pregunta que harán esas chicas cuando tengan que casarse y tener hijos, no sabrán ni dar el pecho a su hijo ya que son unas inútiles que no han sabido hacer nada por su cuenta, al igual que ahora los numerosos jóvenes malcriados que han vivido siempre de sus padres; pero sus padres ahora no tienen el poder adquisitivo para que ellos estén sin hacer nada y tienen que trabajar, el mundo se les cae encima.

Como conclusión y dando una opinión propia, por muchos siglos que hayan pasado entre las Cartas Marruecas y hoy, las cosas no parecen haber cambiado mucho, seguimos en un mundo sumido en la ignorancia y el egoísmo, aunque parece que en el ultimo año las masas obreras estamos despertando y estamos dándonos cuenta de que somos nosotros la base del mundo y no los ricos ni los políticos, somos nosotros los que podemos conducir al mundo a algo mejor. Pero debemos aprender antes numerosas cosas y todo es a través de la educación, algo que hay que potenciar, aspecto del que también se habla en las Cartas marruecas.